miércoles, 20 de mayo de 2015

Homenaje a Bernardino Caballero en el 176º aniversario de su nacimiento


Agonizaba el héroe de Curupayty, el General José Eduvigis Díaz, pensando en la suerte de la patria, en tal trance quiso también rendir homenaje  a uno de sus mejores oficiales legando su gloriosa espada al único a quien creía digno de ella; el entonces Capitán Bernardino Caballero. Así lo hizo, al mismo tiempo que lo recomendaba al Mariscal López por su calidad de hombre íntegro y su esforzado ánimo de guerrero. “su recomendación no fue desatendida” –escribe el Coronel Juan Crisóstomo Centurión en su libro “Memorias” – y el Mariscal López en el curso de la campaña tuvo ocasión de constatar la razón que le había asistido para ello al ínclito extinto.

Bernardino Caballero oriundo de Ybycui, “descendía de fuertes vizcaínos –escribe Juan E. O’leary, y se contaba entre sus abuelos, Capitanes y Gobernantes, gente linajuda, de la más alta posición en la vida colonial. Sangre de soldados, sangre heroica corría por sus venas”…

Tal herencia había de imprimir en él genuinas virtudes del que supo hacer gala en la paz y en la guerra. Soldado en Cerro León en 1864, llegó al final de la guerra con la máxima jerarquía castrense, General de División. En todo el curso de la contienda contra la Triple Alianza, su lealtad y heroísmo fueron proverbiales.
No le cupo vivir en tales jornadas la victoria de gloriosas batallas. Es que si el General Díaz conoció el halago del triunfo, Bernardino Caballero fue por antonomasia el héroe de la resistencia. Fue la protesta inclaudicable ante la conciencia de los pueblos de América y el mundo, ante una guerra bárbara de exterminio, que se hacía a un noble pueblo. Pueblo laborioso y pacífico que llevó su aliento al pie de las últimas trincheras en Cerro Corá.

Sí, Caballero fue el soldado de la resistencia. Jornadas memorables señalan su esplendente espada en los campos de batallas; Tajy, y Tatajyva. El asalto a Tuyuti le vale el ascenso a Coronel de la Nación, al mismo tiempo que prende en su pecho la medalla de honor. El famoso cuadrilátero y la retirada a San Fernando contaron con la magnífica organización del General Caballero. Tiempo después, Ytororó, Avay, Lomas Valentinas y también la conmovedora batalla de Acosta Ñu cuando el ejército paraguayo lo integraron niños, adolescentes y ancianos, los vio al frente de sus legiones.

Comisionado por el Mariscal López en vísperas de Cerro Corá no estuvo en esa pavorosa escena final de nuestra tragedia.

Le aguardaba la tarea suprema de reconstruir la patria. Ciclópea labor de reavivar todo su pasado magnífico, y proyectarse hacia un futuro entre montañas de escombros, y un inmenso erial.

Pero estaba Dios en aquel robusto brazo, que con esforzado ánimo sostuvo su fulgurante espada en los campos de batalla, había de levantar a la patria de su postración y ruina.

De guerrero pasó a ser caudillo en las incipientes luchas cívicas de la posguerra. Aglutinó en torno de su persona a los más genuinos de la paraguayidad. Y es que su popularidad era grande, como grande era su noble espíritu de que siempre había dado pruebas en horas en que inconfesables pasiones enceguecían los ánimos. Por encima de mezquinos personalismos, emprendió la reconstrucción nacional.

Fecundo en obras de civilización y cultura yergue su carismática personalidad a fines del siglo pasado y concreta las aspiraciones de sus conciudadanos al fundar la Gloriosa Asociación Nacional Republicana un 11 de setiembre de 1887.

Su manifiesto fundacional expresa “el Partido Nacional Republicano es una agrupación de ciudadanos que animados de un sentimiento común, el de la prosperidad y engrandecimiento de la patria, dirigirá todos su anhelos a hacer efectivos los grandes propósitos consignados en el bello preámbulo de la Constitución de la República”.

“No nace nuestro partido obedeciendo a principios de afección pasajera y personal; ni tampoco data su existencia de ayer cuando resolvimos constituirnos en Asociación Política. Los elementos que lo componen han mancomunado más de una vez sus fuerzas dispersas para mantener la bandera de los principios a cuya sombra se han cobijado los buenos para defender la libertad, la justicia y el derecho. He ahí su gloriosa cuna en el pasado, he ahí su más legítimo timbre en el porvenir para aspirar al aprecio y simpatía sinceros del noble y heroico pueblo paraguayo”.

“Nuestro programa se resume en dos palabras: Paz y respeto a las instituciones”

Tal, la bandera y divisa de nuestra agrupación política cimentada en lo más genuino del ser nacional.
Bernardino Caballero, soldado de esclarecida memoria en los días de la gran tragedia, nos legó en la paz, una asociación de hombres libres orientados a realizar el ideal de la justicia.

Bernardino Caballero fue un hombre signado por el destino para defender a su patria y luego para reconstruirla levantándola de sus cenizas para convertirla nuevamente en una gran nación.

Extraído del Libro “Espejo para la Juventud” del Lic. Arsenio Basualdo.

lunes, 11 de mayo de 2015

61 años sirviendo al Partido Colorado

Este histórico documento es mi afiliación al Glorioso Partido Colorado, que data del 8 de mayo del año 1958, con una observación al pie que deja bien claro que me afilié en el año 1954, en la Seccional Colorada Nº 11 Dr. Pedro P. Peña, año en que empecé a servir a mi partido y a mis correligionarios con la vocación de servicio que todo buen colorado debe tener. Ese es mi orgullo y mi autenticidad como colorado.

Este documento está firmado por el Arq. Tomás Romero Pereira Presidente, Mario Mallorquín secretario y Evaristo Zacarías Arza, secretario.

Quien me afilió fue el caudillo Ramón Domingo Rojas (+), recordado amigo y compañero en las lides partidarias

lunes, 27 de octubre de 2014

1955 – 27 de octubre – 2014: A 59 años del reencuentro partidario del Coloradismo

Hoy 27 de octubre se cumplen 59 años de un histórico acontecimiento en la vida institucional del gran Partido Colorado, el reencuentro partidario de todos los grandes líderes de aquella época de una gran asociación política como la ANR, cuya trayectoria histórica llena de grandes acontecimientos memorables, que unidos dieron continuidad a su existencia, que lo convirtió en el Partido político tradicional más popular del Paraguay.

Su fundador, el Gral. Bernardino Caballero siempre proclamó que el Partido Colorado era una asociación de hombres libres, y entonces era lógico que se hayan producido divergencias de todo tipo, disenso que debía dirimirse democráticamente, pues todos los líderes querían potenciar al Partido Colorado al poder para beneficio de la patria y el pueblo.

El diálogo fue la herramienta que se utilizó en aquel entonces para superar las dificultades y llegar a un acuerdo de solidaridad activa y fecunda para dejar de lado los momentos críticos de la polémica y del enfrentamiento.

Entonces el momento cumbre de aquel magno acontecimiento fue la gran unidad del Partido Colorado, por lo que hoy recordamos con respeto esa histórica fecha, día en que se institucionalizó definitivamente nuestra poderosa nucleación política.

El mejor homenaje a esta grandiosa gesta del 27 de octubre de 1955 debe ser la gran unidad del coloradismo, dejando de lado, rencores, disgustos, y malestares   abrazados todos para fortalecer no solamente el cimiento político del glorioso Partido Colorado sino también del gobierno nacional.

miércoles, 26 de febrero de 2014

102º aniversario del tránsito a la inmortalidad del General Bernardino

La Patria y el Partido Colorado conmemoran hoy 26 de febrero de 2014, el 102º aniversario del tránsito a la inmortalidad del General Bernardino Caballero, ilustre estadista y fundador de la Asociación Nacional Republicana, la cifra política más popular e importante de la República del Paraguay.

Precisamente sobre las humeantes cenizas de la Patria, el General Bernardino Caballero lideró la colosal empresa de la reconstrucción y fundó la gloriosa Asociación Nacional Republicana para defender los postulados de la libertad, la democracia, la justicia social, así como el derecho de todos los paraguayos de vivir en paz, de trabajar en paz y de progresar en paz.

Ha transcurrido mucho más de un siglo de las luchas y de las obras de Bernardino Caballero y sin embargo, aquellos principios fundacionales que inspiraron el nacimiento de nuestro Partido Nacional Republicano siguen tan vigentes hoy, y han sostenido las innegables realizaciones del Coloradismo al servicio de la nación, así como en la llanura han fortalecido el espíritu en las grandes batallas por la libertad, en más de cuatro décadas de cruel e injusta persecución, cuando la República se debatía en el atraso, la dependencia y la falta de oportunidades, que por tantos años estériles postergaron el desarrollo del Paraguay.

La magnífica trayectoria de Bernardino Caballero, que ha sido como una luz de esperanza para todo el pueblo paraguayo, habiéndose destacado fundamentalmente por su patriotismo que era innato en este gran hombre, que apenas hubo superado su niñez, fue llevado por su propia madre a entregarlo al Mcal. Francisco Solano López para defender a la patria amenazada por la guerra gestada por la Triple Alianza conformada por el Brasil, Argentina y Uruguay.

Así comenzó la trayectoria de uno de los más grandes hombres de la historia paraguaya, el Gral. Bernardino Caballero, héroe en la guerra, héroe en la paz. Al finalizar la nefasta contienda lucía los antorchados de General de División, con la consigna de hierro que le entregó el Mariscal López poco antes de culminar la guerra, y que consistía en la dura tarea de reconstruir la patria desbastada, no sólo materialmente sino también humanamente, pues sólo habían quedado en pie ancianos, lisiados, niños y mujeres.

Bernardino Caballero fundó una asociación política con claros sentimientos nacionalistas y democráticos, al que llamó Asociación Nacional Republicana, esto ocurrió el 25 de agosto de 1887 en su casa ubicada en lo que hoy conocemos como las calles Mariscal López y Méjico, y el 11 de setiembre fue oficializado con la firma del acta correspondiente y lanzado a la opinión pública el Manifiesto Fundacional que por sus fundamentos ideológicos, patrióticos y democráticos está en plena vigencia hasta hoy día.

El proceso de reconstrucción del Paraguay bajo la Presidencia de Bernardino Caballero fue extraordinario, la patria renació fulgurante, la vida institucional volvía a la normalidad, el pueblo veía asombrado y feliz como la patria volvía a su etapa de grandeza, la agricultura se convirtió en la base del sustento del pueblo, la juventud observaba con alegría la creación de universidades, la oportunidad de ser becados a los mejores centros de estudios de Europa, para prepararse cultural y profesionalmente y luego regresar al país para colaborar en su constante desarrollo.

En una sola expresión, Bernardino Caballero y el Partido creado y fundado por él, estaba demostrando a propios y extraños, que cuando se siente un auténtico amor por la patria, el incentivo es tan poderoso que nadie puede parar su titánico esfuerzo, para hacer renacer al Paraguay de sus cenizas, y mostrar al mundo que este pueblo de valientes es capaz de la gran hazaña de reconstruir una nación desbastada por una cruenta guerra, que fue todo un genocidio.

Se resalta en el noble ideario del Partido Colorado fundado por un gran guerrero, convertido luego en notable estadista el Gral. de División Bernardino Caballero, la conjunción de una sociedad más justa y equitativa donde se nota claramente que después de la hecatombe guerrera de 1865/1870, este gran guerrero, héroe de 100 batallas, heredero del Mariscal Francisco Solano López, decidió la Fundación de Glorioso Partido Republicano, con el objetivo de sentar las bases de la reconstrucción de un nuevo Paraguay, dentro de los parámetros de una ideología nacionalista y democrática, donde los campesinos, los obreros, los estudiantes, las mujeres, y todos los habitantes del país, tienen el mismo derecho para luchar por la búsqueda del bien común que permitiera un crecimiento igualitario que conlleve al engrandecimiento y felicidad de la Patria.

En éste nuevo aniversario del partida a la eternidad de nuestro glorioso Fundador el General Bernardino Caballero, sirvan éstas reflexiones para honrar su memoria, y para renovar el compromiso del Partido Colorado de profundizar el verdadero proceso de transformación que necesita el Paraguay, de la mano de su presidente de la República Don Horacio Cartes, para retornar por el camino de la grandeza del Paraguay, y ello será posible con un Partido Colorado sustentado en sus raíces doctrinarias, en su historia de luchas por la libertad y por la democracia, fortalecido y moderno para aspirar, como reza nuestro manifiesto fundacional “al aprecio y simpatía del noble y heroico pueblo paraguayo”.

Artículo escrito por Arsenio Basualdo








jueves, 26 de septiembre de 2013

miércoles, 25 de septiembre de 2013

La consigna es: de lo partidario a lo nacional

Los colorados debemos convenir en que nuestra primera obligación, en estos momentos, consiste en servir en todos los aspectos al pueblo paraguayo. Si nos ponemos por encima de cualquier disidencia interna, ya que estamos en el camino de la unidad total del Partido, que nos permitió el retorno al poder, y siendo fieles a nuestra hermandad republicana y a nuestra fuerza colectiva, del mismo modo estamos en condiciones de cumplir la misión nacional que nos corresponde, de acompañar al nuevo gobierno en la tarea de la democratización integral, el bienestar, y el progreso de la patria.

Debemos tener en cuenta que lo partidario y lo nacional se conjugan, cuando en nombre del coloradismo ofrecemos la capacidad de actuar para el bien de la ciudadanía, porque un partido desde el gobierno asume la causa de todo el pueblo, y solamente la atención a esa causa común, que es la anhelada por nuestros compatriotas, habrá de otorgarnos el derecho de ser merecedores de la colaboración de todas las voluntades sanas del país.

Atentos a esa premisa, los colorados debemos dar la seguridad, al pueblo y al gobierno, de que ninguno de nuestros correligionarios osará convertir el escenario político en un escenario personalista, el ejercicio del poder debe entenderse como una escuela de virtudes, y como una práctica honrada de la democracia.

Es para ese fin, que perentorio se presenta, creer en la bondad de nuestros principios, y en la pureza de la doctrina que sustentamos, para poder exigir con la moral política, el imperio de una positiva vida orgánica e institucional en lo partidario y en lo nacional.

Creemos y confiamos en que el gobierno nacional, con el Presidente de la República Don Horacio Cartes, está comenzando a ejecutar sus proyectos para grandes emprendimientos en lo nacional, y cuyos buenos resultados fortalecerán la confianza del pueblo paraguayo en el Partido Colorado, y por tanto, es de buen republicano brindar nuestro apoyo a esta ciclópea tarea, y darle tiempo al tiempo para que también los correligionarios tengan su oportunidad para colaborar en funciones importantes de este gobierno, y demostrar que en sus filas, también tenemos gente altamente capacitada en lo profesional y en lo técnico.

Entonces, con criterio de amplitud democrática y fieles a la tradición del partido, debemos seguir luchando y así auspiciar que todos aquellos que se sienten desplazados, se sumen a la gran causa nacional.

Nuestro partido es grande por sus ideas y por sus proyecciones, y justamente por eso puede manifestarse hoy libremente, con un ropaje de decencia, de cultura, y de noble educación política en los discursos, en la prensa y en la arena cívica, la libertad dentro del partido de expresarse libremente tal como ocurre en estos momentos, es posible, solamente porque el fin de nuestra política es la libertad, para que en ella se fundamente el reinado del derecho que es la verdadera y única fuente de la paz, la justicia y la democracia.

Estas ideas no son nuevas, han existido siempre, pero por ello mismo debemos repetirlo siempre, porque es la enseñanza del General Bernardino Caballero, pacificador y caudillo, que ha fundado un partido, la Asociación Nacional Republicana, para ser como debe ser, factor de la grandeza moral y material de la nación paraguaya.


Apoyemos pues, la tarea que está emprendiendo el presidente de la República Don Horacio Cartes, y también a la primera mujer que ocupa la presidencia del glorioso Partido Colorado, la Senadora Lilian Samaniego en su gestión, de dialogar, de disentir dentro de un marco de respeto, y de haber logrado con ello, la unidad partidaria, que permitió no solamente el retorno al poder de nuestra nucleación política, sino también demostrar a propios y extraños que el Partido Colorado es el partido de la auténtica paraguayidad y el que ha hecho la realidad de convertir a nuestra patria en una nación moderna y progresista.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Salud, Partido Colorado!

Hoy, que la gloriosa Asociación Nacional Republicana Partido Colorado cumple 126 años de su fundación, festejamos alborozados este nuevo aniversario, y como un regalo de cumpleaños hacemos presente el triunfal retorno de nuestro partido al gobierno de la nación, con lo que está demostrando que es el más grande partido político del Paraguay, y que el pueblo lo reconoce como el más capaz para conducir los destinos de nuestro país, para ofrecerles con toda seguridad, un quinquenio de progreso y bienestar para todos los habitantes de nuestra patria.

La ANR ha atravesado cinco años de llanura, que ha marcado un hito en nuestra historia política, porque la caída del Partido Colorado en el 2008 ha ocasionado en el pueblo colorado desazón, desconcierto que nos costó muchísimo superar, pero cuando el buen colorado se dispone a luchar por los ideales republicanos de su amado partido, lo hace con una pasión y un sacrificio, que le dio la plena seguridad de alcanzar el objetivo de volver al poder.

La Presidenta del Partido Colorado Lilian Samaniego, desde el inicio de su mandato, ha pregonado durante cinco años la unidad, que fue su bandera, y gracias al diálogo y el respeto en el disenso entre correligionarios alcanzamos la anhelada meta, que el 21 de abril pasado se convirtió en una extraordinaria realidad, gracias al voto de más de 1 millón cien mil ciudadanos, que apostaron por el candidato del Partido Colorado, nuestro flamante presidente de la República Horacio Cartes, marcando un nuevo récord en la historia electoral del país, como nunca se había alcanzado antes.

Rendimos nuestro emocionado homenaje a la memoria del fundador de nuestra gloriosa nucleación política, el Gral. Bernardino Caballero, insigne patriota, héroe en la guerra, héroe en la paz, y cuya doctrina nacionalista nos une a todos los colorados bajo la bandera de la patria, porque es en esa doctrina que políticamente estamos hermanados al servicio de la nación; recordando que nuestra gran asociación de hombres libres nació para ser escuela de democracia, y esa escuela debemos defender y perfeccionar, en salvaguardia del prestigio y de la gloria del Paraguay.

Necesariamente, como un imperativo político vamos a recordar al hombre que fue el protagonista principal de la idea de fundar un partido político, para dirigir los destinos de la patria, y conducirlo por un sendero libre y venturoso, ese gran paraguayo fue el Gral. de División Bernardino Caballero, que después de afrontar cinco años de guerra, al final de la contienda dejó su rutilante espada para convertirse en caudillo del pueblo, y fue un buen político que amó la libertad y fundó un gran partido político para sentar los cimientos de la democracia en tierra paraguaya.

En este nuevo aniversario de la fundación de la ANR, instamos a todos los colorados a brindar su apoyo a las gestiones que cumple el Presidente de la República Don Horacio Cartes, para que su gobierno pueda dar buen cumplimiento a todos los compromisos contraídos con el pueblo paraguayo, y para que el éxito corone su gestión, y el Partido Colorado en el 2018 pueda aspirar a su continuidad en el poder.

Es con verdadero regocijo que saludamos a todos los correligionarios y correligionarias del país, a los jóvenes que ya no son el futuro de la patria, sino el ahora, a las mujeres luchadoras de nuestro partido, a los ancianos, que a pesar de sus años, no dudaron en acudir a los locales de votación para depositar su voto por nuestro partido, a todos ellos el Partido Colorado rinde su homenaje y gratitud, porque gracias al esfuerzo mancomunado de nuestros afiliados y no afiliados, la ANR ha retornado al poder de la república para felicidad y bienestar de todos los paraguayos.

Hoy, en el 126 cumpleaños de nuestro partido podemos decir Misión Cumplida, el Partido Colorado está nuevamente en el poder para servir al pueblo paraguayo y conducirlo por la senda de sus grandes glorias. Y asumamos todos el compromiso de que seguiremos encaminando al partido en pos de los ideales comunes, que son los de preservar la pureza de nuestra doctrina, la templanza de nuestras convicciones más acendradas, y nuestro inclaudicable amor por la patria y por la enseña roja con la estrella blanca que nos legara el glorioso Centauro de Ybycui, el Gral. Bernardino Caballero. Viva el Partido Colorado!!!!!