lunes, 13 de mayo de 2013

SENSACIONAL TRIUNFO DEL PARTIDO COLORADO



El éxito alcanzado en las elecciones del 21 de abril, amerita el título de este artículo, porque el pueblo colorado en pleno, y muchos ciudadanos que no pertenecen a nuestro partido, apostaron por la ANR depositando su voto a favor de la dupla presidencial Horacio Cartes - Juan Afara, confiando plenamente, en la trayectoria histórica del Partido Colorado, de que siempre fue el único que dio al Paraguay todo lo que hasta hoy día tiene, su grandeza y el continuo desarrollo en todos los aspectos, volverán a lucir alto cuando reiniciemos la marcha que lo lleve a la cúspide del progreso, del bienestar del pueblo, y fundamentalmente, de la necesaria seguridad que tanto anhela la ciudadanía toda.

De esa manera, el Partido Colorado retoma el poder de la nación porque el pueblo así lo quiso, y estamos seguros de que el nuevo gobierno, no defraudará estas esperanzas, y uno de sus mayores compromisos que fue la de erradicar la pobreza, tengan por seguro, que se encontrará la fórmula precisa para dar cumplimiento a esa difícil tarea que convencidos estamos se cumplirá.

El domingo 21 de abril, el Paraguay se movilizó desde muy tempranas horas, para dar cumplimiento al deber cívico, que cada ciudadano, tenía el derecho de ejercer, depositando su voto en los distintos colegios electorales, todo el mundo lo hizo con una gran sonrisa de felicidad, porque su pensamiento estaba en que el Partido Colorado, con la dupla Cartes - Afara era la solución a tantos problemas que actualmente aqueja al país y a toda la ciudadanía.

Aquello fue una verdadera fiesta cívica, realizada dentro de un marco de absoluto respeto, sin incidentes de ninguna naturaleza, y al caer la noche el país entero, escuchó el grito de triunfo del pueblo colorado, el futuro de la patria, volvía a tener un seguro de que las cosas empezarán a mejorar para todos sin distinción de colores ni ideologías políticas. Somos todos paraguayos, y a todos y cada uno nos tocará la alegría de vivir en una patria organizada con esperanzas, para nuestros hijos, y para todas las familias. Ese es el desafío que asume el partido colorado, y seguro estamos que se cumplirá al pie de la letra todo el compromiso contraído, para tener nuevamente una patria digna, progresista, y feliz.

Es digno, manifestar públicamente el agradecimiento a todos los correligionarios y correligionarias, jóvenes y ciudadanos en general, por el apoyo que han brindado al partido de sus amores. Con sus votos brindaron su confianza y su seguridad de que el Partido Colorado es el auténtico y único constructor de este Paraguay que hoy habitamos.

Es de justicia agradecer también a todos aquellos correligionarios y correligionarias que prestaron sus valiosos servicios en el acto comicial, como miembros de mesa, delegados, veedores, y en síntesis a todos los que hicieron posible unas elecciones limpias y transparentes, que hoy ha llevado una nueva imagen del Paraguay que todo el mundo admira. Se acabó la imagen negativa para que las naciones del mundo, reconozcan que estas elecciones han sido la mejor demostración de que en este país existe una democracia auténtica que bien vale la pena aplaudirla, como dijeron incluso aquellos que hace menos de un año consideraban a nuestra patria con un concepto que no representaba la realidad, hasta el punto en que nos suspendieron injustamente en el MERCOSUR, UNASUR, y otros organismos, que de repente están aplaudiendo la nueva actitud política de nuestra patria.

La unidad partidaria fue fundamental para el sensacional triunfo del partido colorado, y es bueno recordar que la gestora de esa unión fue una mujer, que tuvo el coraje, la valentía y la capacidad de levantar a este gigante caído, poniéndolo de pie y llevándole a la más grande victoria jamás obtenida en la historia política de nuestro país, ella es, Lilian Samaniego, la verdadera heroína del retorno al poder del glorioso partido colorado, y por ende, la puerta grande de la historia de nuestro partido se ha abierto de par en par, para que ella atraviese y quede en la historia al lado de las grandes figuras republicanas y seguro estamos, que el Gral. Bernardino Caballero estará aplaudiendo su gestión, y convencido de que el Partido con ella, todavía conseguirá muchos más logros, que hasta los que hoy hizo.

No nos olvidemos de los presidentes de seccionales, que trabajaron con ahínco, para que su pueblo no faltara a la cita electoral del 21 de abril pasado, con lo que quedó demostrado que el coloradismo es el símbolo de todo un pueblo, con espíritu nacionalista, con espíritu republicano, que sabe que eso es lo mejor para la patria paraguaya. Vaya pues, nuestras felicitaciones y nuestra alegría compartida con todos ellos, porque el partido colorado está nuevamente en el poder y para fortalecerlo en ese lugar debemos seguir fortaleciendo también la unidad, así se cumplirá todo el programa de acción que figura en nuestro estatuto, y que será sin duda alguna la que permitirá a los nuevos gobernantes la realización de un nuevo rumbo para el Paraguay. Recuerden que el partido colorado unido, jamás será vencido. Viva el Partido Colorado!


Reconocimiento a la mujer paraguaya y colorada


Hoy queremos hacer un análisis de la loable labor de la mujer paraguaya y colorada dentro del Partido Colorado, para ello es necesario hacer un análisis retrospectivo de que nuestra gloriosa nucleación política en la primera década del siglo pasado, a través de dos grandes representantes de la intelectualidad de entonces y que hasta hoy siguen siendo un digno espejo donde deberíamos mirarnos todos para seguir su ejemplo, me refiero a Ignacio A. Pane, férreo defensor de los intereses de los obreros y de la mujer paraguaya y quien conjuntamente con otro gran paladín de la cultura Virgilio Silveira, presentaron en el Congreso de la Nación el primer proyecto de ley que concedía a la mujer plenamente todos sus derechos cívicos y de igualdad con la de los hombres.

El partido colorado inició la reivindicación del derecho civil de la mujer, allá por 1911, con un proyecto de ley presentado al Congreso de la Nación por el diputado Ignacio A. Pane, luego con el del doctor Telémaco Silvera y posteriormente con el senador Antonio Sosa, que lo ubica en la posición de avanzada de la sociedad paraguaya y su colega Telémaco Silvera y que en aquel entonces no era del agrado de los políticos de la época. 

Lamentablemente los legisladores liberales se opusieron tenazmente a concederle a la mujer el lugar que le correspondía en la vida política nacional. Ese rechazo de la legislación republicana por parte de los legisladores liberales pone en evidencia por un lado un reiterado conservadurismo y además significó la ausencia de la participación de un alto porcentaje de la inteligencia paraguaya, que pudo incorporarse en el siglo XX al servicio de la comunidad, de las instituciones civiles y públicas, de la ciencia, del comercio. 
Pero como colorados otros correligionarios expectables de la época siguieron reclamando la habilitación de esa ley que era justa y necesaria para reivindicar y hacer justicia a la mujer paraguaya.

Muchos años pasaron, y en la década de los 60 se volvió a insistir sobre este tema en el Parlamento siempre llevado de la mano de los representantes del republicanismo, hasta que por fin, se hizo justicia y la mujer fue dignificada al concedérsele sus derechos civiles y políticos, logrando ponerse a la altura de los hombres en política, con los derechos cívicos que había adquirido con esa anhelada ley, fruto de la perseverancia y del socialismo colorado, que deja en claro que todos somos iguales e idóneos para levantar a nuestra querida patria al tope del principio del respeto hacia el ser humano.

La consagración de la mujer en la política es un signo de modernidad, porque se trata de poner distancia a un pasado obsoleto, con un mito y una cultura machista y esto fue un logro del partido Colorado.

Durante la transición, el partido Colorado designó a la primera Ministra de salud en el año 1989, alentó su ingreso y hoy la mujer forma parte de la Corte Suprema de Justicia y otras conquistas, que demuestran una tradición republicana colorada permanente.

La aparición de la alternativa femenina para la presidencia de la República en el 2008, implicó la desaparición de una última tiranía, la tiranía del género que en la historia ha sido predominante y excluyente.

Queremos recordar a nuestros correligionarios la gran desazón producida por la caída del Partido Colorado del poder en el 2008, la ANR quedó desorientada, totalmente desubicada en el ambiente político y los correligionarios no encontraron respuesta al futuro del coloradismo.

Tras la renuncia de José Alberto Alderete a la presidencia del Partido, motivado por la caída del coloradismo del poder, las cosas empeoraron, nadie tuvo el coraje de hacerse cargo de la difícil situación por la que pasaba la ANR, y aquí viene la pregunta ¿quién puede salvar al partido de este colapso político? Silencio total a este cuestionamiento. La situación se agravó aún más, la casa de los colorados vacía, con empleados desmoralizados y que pasaron tres meses sin cobrar su sueldo hasta el punto de llamar a una huelga. Situación que ahondó más el temor de quienes deberían remangarse y buscar una solución al grave problema. 

La nave partidaria estaba a la deriva, sin embargo, una mujer, valiente, y de profundas raíces coloradas, tuvo el coraje de aceptar este tremendo desafío de sacar a flote a una nave que se estaba hundiendo rápidamente. La senadora Lilian Samaniego dijo “yo acepto el desafío” y puso manos a la obra dejando de lado rencores, disgustos que es lo que primaba en aquel momento e impuso una política de conciliación, de llamado a la unidad, y a pesar de la incredulidad y de la falta de fe al tratarse de una mujer por parte de los correligionarios, muy pronto empezaron a ver con sorpresa que el Glorioso Partido Colorado volvía a ponerse de pie de la digna mano de una gran mujer, se volvió a institucionalizar la ANR, administrativamente resurgió y hoy el resultado está a la vista. 

Y es bueno recordar que la gestora de esa unión fue una mujer, que tuvo el coraje, la valentía y la capacidad de levantar a este gigante caído, poniéndolo de pie y llevándole a la más grande victoria jamás obtenida en la historia política de nuestro país, ella es, Lilian Samaniego, la verdadera heroína del retorno al poder del glorioso partido colorado, y por ende, la puerta grande de la historia de nuestro partido se ha abierto de par en par, para que ella atraviese y quede en la historia al lado de las grandes figuras republicanas y seguro estamos, que el Gral. Bernardino Caballero estará aplaudiendo su gestión, y convencido de que el Partido con ella, todavía conseguirá muchos más logros, que hasta los que hoy hizo.

Entonces, es hora de reconocer que la mujer colorada es uno de los más apreciados valores con que cuenta la ANR, hoy día la mujer a la par del hombre se desempeña en altos cargos, ministras, senadoras, diputadas, embajadoras, lo que refleja fielmente que se le ha reconocido su gran capacidad tanto profesional como política.

Por tanto, el pueblo republicano, las autoridades políticas del Partido deben reconocer estos méritos y concederle el lugar que le corresponde dentro del manejo partidario a la mujer colorada. El estatuto partidario dice claramente que un 33% del poder político debe ser compartido con ellas y así se hará justicia y engrandeceremos aún más y potenciaremos al máximo al grande y glorioso Partido Colorado!