domingo, 6 de febrero de 2011

El Partido Colorado constructor del nuevo Paraguay

El Partido Colorado puede decir con orgullo, que en sus 61 años de gobierno, construyó un nuevo país, del cual todos los habitantes están disfrutando, quizás esto suene soberbio, pero para demostrar que no es así, vamos a hacer una breve síntesis de cómo estaba la nación antes de que el Partido Colorado asuma el poder.

El Partido Colorado accede al poder el 13 de enero de 1947, encontrando al Estado Paraguayo carente de todo recurso, sin medios económicos para tan siquiera construir caminos que permita al campesino desplazarse con sus productos hacia los mercados de la capital. En ese entonces la provisión de energía eléctrica era de la Compañía Americana de Luz y Tracción (CALT), el servicio de transporte dentro de la capital era el tranviario, que también pertenecía a la misma empresa, el ferrocarril que unía Asunción con Encarnación era inglesa, el puerto llamado Puerto Nuevo también pertenecía a los ingleses desde 1913.

El telégrafo y la telefonía, estaba a cargo de empresas alemanas, las grandes yerbateras eran explotadas por la “Industrial Paraguaya” y “Mate Laranjeira”, todos de propietarios extranjeros; la producción ganadera era explotada por la empresa inglesa “Liebig’s International Product Corporation”.

Esto no lo digo yo, sino el Dr. Eusebio Ayala lo afirmó en su libro “Patria y Libertad” en la pág. 274. Agregando inclusive de que no había un centavo de ahorros paraguayos para construir caminos y escuelas.
El sueño de la libre navegación por los ríos Paraguay y Paraná, era solo eso, una quimera, que ya turbaba siglos atrás los sueños de José Gaspar Rodríguez de Francia, de los López y los dueños de la navegación eran las empresas argentina Dodero y Mianovich. Recién con el partido Colorado en el poder, se firmó el tratado de libre navegación de esos ríos.

¿Cuántos kilómetros de camino se había construido en el Paraguay antes del coloradismo? Sólo existía la ruta de Asunción a Barrero Grande, hoy Eusebio Ayala, pero aclaremos, la misma fue construida bajo el gobierno del General Higinio Morínigo, con los créditos que los EE.UU. le había concedido al Mariscal Estigarribia, con motivo de la firma del Tratado de la Paz del Chaco.

Cuando el partido Colorado llega al poder se encuentra con un país prácticamente inexistente, un Paraguay vaciado, en materia agrícola no teníamos producción de trigo, entonces debía comprarse de la Argentina, no teníamos facultad de Agronomía y Veterinaria, así mismo, en materia de salud, la población estaba arrollada por todo tipo de enfermedades, y el Dr. Eusebio Ayala dice en su libro citado anteriormente en su pág. 204: “que los médicos han constatado en los últimos tiempos un 70 % de niños y personas mayores con bocio” que tan solamente yodificando el agua se solucionaba este problema. No se hizo. Con el partido colorado en el poder todos estos problemas de salud pública rápidamente desaparecieron. Y también es expresión del Dr. Eusebio Ayala que en aquella época “ni siquiera fuimos capaces de instalar el agua corriente y el sistema de cloacas”

El Paraguay entonces se manejaba en la justicia con un anteproyecto de código civil, del Dr. Dalmacio Vélez Sarfield, jurista argentino que había preparado ese proyecto para la provincia de Buenos Aires.
Otro testimonio importante es la del Dr. Gualberto Cardú Huerta, titulado “Contra la Anarquía” donde el autor se explaya ampliamente sobre la desorganización que reinaba en el Paraguay, desarticulando la República, con la Revolución de 1908 a 1912, la de 1922 a 1923, luchas fratricidas entre los propios hombres que estaban entonces en el poder.

Eusebio Ayala, Eligio Ayala, y el Maestro de Derecho Teodosio González, se lamentaban públicamente que el crédito obtenido del portugués Rodríguez consistente en millones de libras esterlinas, que en lugar de ser utilizados para el progreso del país, fueron usados para solventar revoluciones en sus luchas ambiciosas por el poder, este préstamo tenía que ser pagado por el pueblo, que nada tenía que ver en sus rencillas. Es bueno destacar que el Paraguay era buen cumplidor de sus obligaciones, y fue un gobierno colorado el que pagó ese mal utilizado empréstito.

En síntesis, el Partido Colorado llegó al Poder sin contar con las herramientas necesarias para levantar con rapidez al país que estaba en quiebra. Sin embargo, poco a poco, una vez superada la etapa post revolución del 47 comenzó a pasos agigantados la reconstrucción del Paraguay. Las distintas poblaciones del país, comenzaron a unirse, por hermosas rutas asfaltadas como la apertura al Este, donde en la frontera con el Brasil se fundó la ciudad conocida hoy como Ciudad del Este, donde a través de un puente denominado de la Amistad el Paraguay abría una nueva salida de sus productos en la zona Atlántica del Brasil. Con esa ruta, la infranqueable selva del Alto Paraná había sido vencida por el hombre y el Partido Colorado.

Desde Coronel Oviedo hacia el Norte, la ruta que une con San Pedro, Pedro Juan Caballero, Concepción, hoy día permiten el tráfico sin preocupaciones por mal tiempo y lluvia. Del mismo modo, hacia el Sur desde Cnel. Oviedo, la culta Villa Rica también recibió el bienestar del progreso con rutas de todo tiempo. Desde Asunción otra ruta asfaltada lo une cruzando los departamentos de Paraguari, Misiones e Itapúa con la ciudad de Encarnación y allí, a través de un monumental puente sobre el Paraná, que lleva el nombre de “San Roque González de Santacruz” nos une con la hermana República Argentina.

Pero todo no termina aquí, el Chaco Paraguayo no quedó en el olvido, porque también recibió el beneficio del progreso, con la construcción de un puente sobre el río Paraguay que lo une con la región Oriental, y a partir de pisar tierra chaqueña, se inicia una ruta asfaltada que llega hasta Mariscal Estigarribia, continuando con un camino enripiado que nos une con la ruta Panamericana. Esto permitió el florecimiento de hermosas ciudades como Villa Hayes, Pozo Colorado, Filadelfia y muchas otras.

No podemos dejar de mencionar la construcción en condominio con el Brasil de la mayor represa del mundo “Itaipu” y con la argentina “Yacyreta” y con financiación del Estado la represa de “Acaray”.
Como también, la construcción de la ciudad universitaria, los aeropuertos Internacionales: “Silvio Pettirossi” y “Guaraní” en Ciudad del Este. El Hospital Nacional de Itaugua, del que decían que era un elefante blanco, y que hoy es refugio y amparo de miles de paraguayos, donde reciben una completa cobertura en materia de salud pública.

No podemos olvidar la creación de la flota mercante del Estado, que, como en la época de los López, sus buques navegaban orgullosos por los mares llevando los productos paraguayos a todos los países del mundo con la tricolor bandera flameando en lo alto de su mástil. También los aviones de la línea aérea paraguaya volaban por las rutas del mundo, llevando la presencia del Paraguay en esos lejanos lugares.

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