sábado, 25 de agosto de 2012

25 de Agosto de 1887 fecha inicial de la fundación del Partido Colorado


 Gral. Bernardino Caballero, fundador del Partido Colorado

El año 1887, marca una fase decisiva en la historia paraguaya, puesto que los sectores políticos de más significativa gravitación en la sociedad civil desde tiempo atrás, se formalizan definitivamente como instituciones partidarias. En julio de 1887, se funda el Centro Democrático luego Partido Liberal, mientras que el 11 de setiembre del mismo año, se instituye la Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado) liderada por el General Bernardino Caballero y otros ex combatientes de la guerra grande, amigos y descendientes, de la corriente nacionalista del Mariscal Francisco Solano López.


El 25 de agosto de 1887 se celebra una reunión en la residencia del General Bernardino Caballero, donde acudieron personalidades que avalaron con su firma la constitución de un partido político que propenda al interés público, el engrandecimiento y la prosperidad del Paraguay y la de sus habitantes, dentro de un marco de respeto a la Constitución Nacional, de justicia social, de igualdad, sin distinción de condiciones sociales.                                                                                                                                                                                                                      

La comisión encargada de redactar el programa y el estatuto del nuevo partido político, estuvo conformada por Bernardino Caballero, Higinio Uriarte, José G. Granada, Santiago Cardozo, Juan G. González, José Segundo Decoud, Ángel Benítez, Juan Crisóstomo Centurión, Remigio Mazó, Esteban Rojas, Miguel Alfaro, Guillermo de los Ríos, Héctor Carballo, Zacarías Samaniego y Jaime Peña. Posterior a esta designación se resolvió por unanimidad, que la novel nucleación política se denomine “Partido Nacional Republicano”. Su instalación definitiva tendría lugar el domingo 11 de setiembre de 1887 en horas de la mañana, en el local del Teatro Olimpo, siendo en la oportunidad designado Presidente el General Bernardino Caballero. 

EL MANIFIESTO FUNDACIONAL


La parte más resaltante de la fundación del Partido Colorado, fue el brillante manifiesto donde se sintetizaba los fundamentos más importantes, como por ejemplo en uno de sus párrafos dice textualmente: “No nace nuestro Partido a principios de afección pasajera y personal, ni tampoco data su existencia de ayer, cuando resolvimos constituirnos en asociación política. Los elementos que componen han mancomunado más de una vez sus fuerzas dispersas para mantener las banderas de los principios, a cuyas sombras se han cobijado los buenos para defender la libertad, la justicia y el derecho. He ahí su gloriosa cuna en el pasado, he ahí su más legítimo timbre en el porvenir para aspirar el aprecio y simpatía sincero del noble y heroico pueblo paraguayo”

“Vinculado por tradiciones honrosas, en un solo propósito para levantar el país de su penosa y prolongada postración, consagrados a las arduas tareas de una labor común, para asegurar el bienestar general de la comunidad, no hay poder que pueda quebrantar la cadena de unión que nos liga, porque ella está afianzada por los deberes del compañerismo en la persistente lucha por el bien, está alimentada por los sentimientos de una misma fe, y fortificada por los indisolubles lazos de la concordia y la fraternidad”


“Nuestro programa se resume en dos palabras: Paz y Respeto a nuestras instituciones”


Y vamos a otro párrafo de alta significación que dice: “la soberanía popular es el gran fundamento de la República. El pueblo se ha reservado el derecho de designar los mandatarios que han de dirigir sus destinos, elevando a los puestos públicos a ciudadanos honestos e idóneos, capaces de hacer su felicidad y de establecer en el país el reinado de la justicia y de la moralidad política”

“Consecuentemente con este principio democrático que impone a cada ciudadano el deber de velar por la buena marcha de la administración y de defender las libertades públicas, nos proponemos llevar a la representación aquellos que respondiendo a las ideas enunciadas, sean la expresión genuina de la voluntad popular, haciendo que predomine la opinión pública, antes que la influencia de elementos ilegítimos ejercidas por círculos de dudosa significación política, sin títulos ni antecedentes a la consideración pública”


“Para la consecución de estos propósitos mantendremos firmes e inviolables la libertad del sufragio, la palabra de la prensa, de la reunión, como condiciones esenciales para asegurar el ejercicio tranquilo de los derechos políticos, en la esfera de la ley y el orden, para realizar la gran divisa republicana, el gobierno del pueblo por el pueblo”


Y en su párrafo final se destaca la siguiente expresión: “agrupemos pues, nuestras fuerzas, para que unidos todos bajo una misma enseña, podamos realizar las santas aspiraciones de nuestros programas, en bien del pueblo a cuyas filas nos honramos de pertenecer, conservando en nuestra fe, pura e inextinguible, como grandiosa es la excelsa idea de la patria”

El Manifiesto del Partido Nacional Republicano de 1887, resume un vasto programa de gobierno de 6 aspectos principales:


1.    La consagración del sistema republicano de gobierno.

2.    La construcción de un estado de derecho.

3.    La solidaridad como elemento de vinculación con la sociedad.

4.    La honestidad y la idoneidad del hombre servidor del estado.

5.    El rechazo de los planes corruptivos.

6.    La reforma gradual del sistema político-económico.


El texto del manifiesto pone énfasis en señalar la adopción de la “forma de gobierno republicano”, código sublime “de los principios eternos que deben regirnos en nuestra organización política” por estar allí “consagrados los deberes y derechos del ciudadano”, es decir, sin decirlo expresamente, optaba por el  rechazo al sistema liberal cuyo vocablo ni siquiera fue mencionado.


  Para que no surja ninguna duda de una siquiera ligera aproximación hacia otras doctrinas, se agregó que se propone “alcanzar a realizar la gran divisa republicana; el gobierno del pueblo por el pueblo”.

Artículo también publicado en la web de la ANR Partido Colorado http://www.anr.org.py/articulo.php?cod=1464


miércoles, 22 de agosto de 2012

A 65 años del fin de la cruenta Revolución de 1947


Hoy, 21 de agosto de 2012, se cumplen 65 años del fin de la Revolución fratricida de 1947, insurrección iniciada el 7 de marzo del mismo año cuando una turba integrada por liberales, febreristas y comunistas, atropellaron el Cuartel Central de Policía a plena luz del día, a las 10 de la mañana, cuando la gente se hallaba realizando los trámites correspondientes para obtener documentos de identidad, fueron sorprendidos por estos vándalos, que entraron disparando a mansalva con fusiles y ametralladoras, y vociferando: ¡Viva el Cnel. Franco! sin importarles si eran inocentes o no los que allí estaban, se llegaron hasta el despacho del Jefe de la Policía el entonces Mayor Rogelio Benítez, a quien hirieron gravemente en el brazo izquierdo, que le fuera amputado posteriormente para salvar su vida, quien así resultó ser la primera víctima oficial del levantamiento contra el gobierno de entonces, que desembocaría luego en la revolución.

Leales gubernistas del 47. Fuerzas defensoras del gobierno del Gral. Higinio Morínigo, en Itá. (Foto: Abc Color)

El levantamiento orquestado por la coalición libero-franco-comunista, brotó en Concepción y se extendió hasta la Capital, los revoltosos, no sospecharon ni remotamente, que para desgracia de ellos, el pueblo humilde y campesino, los gloriosos “pynandi”abandonarían su chacra, su fundo y su arado, y presurosos correrían a empuñar las armas en defensa de la legalidad amenazada.

Inmediatamente, las fuerzas leales del gobierno, entre quienes estaban en primera fila los “pynandi” partieron rápidamente hacia el norte para sofocar la rebelión en el mismo lugar donde se había iniciado, pero cuando ya prácticamente estaban llegando a su destino, se encontraron con la sorpresa de que los rebeldes se habían lanzado en embarcaciones por el río Paraguay hacia Asunción, que presumían estaba desprotegida, lo que obligó al ejército “Pynandi” a realizar una contramarcha para llegar hasta la Capital, antes que los revolucionarios.

Esa contramarcha, fue un heroico sacrificio, porque lo tuvieron que hacer a pie, pues solamente los jefes disponían de caballos para desplazarse, es más, tuvieron violentas refriegas con los rebeldes en distintos lugares como en Puerto Yvapovo, Piri Pucu y otros sectores del departamento de San Pedro, mientras el ejército “Pynandi” vivía su angustiosa marcha hacia Asunción, la marinería se levantó contra el gobierno en plena capital, y los combates sangrientos se producían en pleno centro de la ciudad.

Mientras tanto, los rebeldes que se habían desprendido de Concepción, llegaron hasta la zona de Zavala-Cue, hoy Fernando de la Mora, pero el bravo “pynandi”, caminando día y noche, había conseguido llegar antes, entrando a la ciudad por la zona de “Cambio Grande” hoy conocido como Avda. Artigas, y utilizaron la estrategia envolvente para sorprender a los rebeldes que ya habían llegado a la entrada del barrio Pinozá, hoy conocido como Bernardino Caballero, donde se enfrentaron con las tropas gubernamentales, quienes les hicieron retroceder hasta llevarlo hacia 4 Mojones, que hasta hoy conserva ese nombre, y allí se inició el final de la revolución, pues los rebeldes retrocedieron ante la superioridad de las fuerzas leales que los empujó hasta el Puerto de Villeta, donde el desbande de los revolucionarios fue total, quienes se vieron obligados a cruzar desesperadamente el Río Paraguay hacia territorio Argentino, llegando a su fin la cruenta revuelta el 17 de agosto de 1947.

Así culminó esta trágica etapa de la historia paraguaya que vistió de gloria al “Pynandi” colorado, que quedará por siempre como la gesta más heroica de esos valientes correligionarios que no dudaron un segundo  para defender al gran Partido Colorado.

Cabe resaltar que durante la Presidencia del Dr. Bader Rachid Lichi en la Junta de Gobierno, fue establecido por resolución, que el 21 de agosto sea el día del “Pynandi miliciano colorado”, quien defendió valientemente con su propia vida la legalidad y la institucionalidad de la patria.

Hoy, les rendimos un justo y emotivo homenaje, y que su ejemplo sea el símbolo de la dignidad que debemos tener todos los colorados, para defenderlo en cualquier circunstancia, a este Partido que es y será por siempre el máximo constructor del Paraguay. ¡SALUD AL GLORIOSO “PYNANDI”!