lunes, 18 de julio de 2011

Testimonio de autenticidad colorada

Este histórico documento es mi afiliación al Glorioso Partido Colorado, que data del año 1958, con una observación al pie que deja bien claro que me afilié en el año 1954, año en que empecé a servir a mi partido y a mis correligionarios con la vocación de servicio que todo buen colorado debe tener. Ese es mi orgullo y mi autenticidad como colorado.

Este documento está firmado por el Arq. Tomás Romero Pereira Presidente, Mario Mallorquín secretario y Evaristo Zacarías Arza, secretario.

lunes, 20 de junio de 2011

“CUADERNOS REPUBLICANOS Nº 30”

Comentario del Lic. Arsenio Basualdo


Con gran satisfacción hemos recibido el último número de “Cuadernos Republicanos” editado por el apreciado amigo y correligionario Leandro Prieto Yegros, destacado historiador de la gloriosa Asociación Nacional Republicana, que hoy comentamos porque es una edición muy especial, el número 30, que demuestra la gran perseverancia del Dr. Prieto Yegros, porque si algo es difícil, es precisamente editar libros, todo un sacrificio para poner en manos del lector  trabajos literarios de categoría, como el que trae esta edición.
Se suele decir que “hijo de tigre overo tiene que ser”, me refiero al primer artículo, escrito nada más y nada menos que por la hija del Dr. Leandro Prieto Yegros: Gloria María Guadalupe Prieto Yegros Patiño, joven y promisoria escritora, que sin duda alguna está encaminada a emular la capacidad literaria de su progenitor. Demuestra su intelecto y su conocimiento relatando la historia de vida de un gran y notable patriota, el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia.
Otra sorpresa muy agradable es que “Cuadernos Republicanos” cuenta desde esta edición con una codirectora, Fátima Villalba Lezcano, quien hace gala de sus dotes de escritora, escribiendo la síntesis biográfica de la primera mujer paraguaya que obtuvo el título de abogada: “Serafina Dávalos”, quien con su formación académica dedicó el resto de su vida a reivindicar los derechos civiles de la mujer. Fátima Villalba, es una joven que se formó al lado del gran maestro Leandro Prieto Yegros.
El tercer artículo escrito por el propio Leandro Prieto Yegros se titula: “La estrella de Juan Manuel Frutos” uno de los grandes patriotas y caudillo del Partido Colorado que brilló con luces propias en la política nacional desde su juventud, con su lucha por sus ideales hasta lograr la pacificación partidaria el 27 de octubre de 1955. Culminó su notable carrera como Presidente de la Corte Suprema de Justicia, para luego llegar por el Partido Colorado a Presidente de la República del Paraguay.
Por su parte, otro gran escritor colorado, Washington Ashwell relata la trayectoria de vida de un gran Jefe Partidario “Juan León Mallorquín” el defensor de los humildes, una obra interesantísima, para conocer más profundamente a este gran hombre ya desaparecido.
Otro artículo de trascendencia es el escrito de Hugo Alberto Duarte, historiador y politólogo de reconocida trayectoria, que trae en su trabajo, una reseña titulada “J. Natalicio González, ideólogo” sin lugar a dudas, el más grande y reconocido representante de la cultura paraguaya y sobre todo colorado de profundas raíces, quien también honró al Partido Colorado en su paso por el Palacio de los López como Presidente de la República.
Numa Alcides Mallorquín, otro de los ilustres de la cultura nacional escribe sobre la vida de una gran mujer en nuestra historia patria: Elisa Alicia Lynch, y tituló su escrito “Una irlandesa en la historia de América”, trabajo que apenas iniciado su lectura aprisiona el interés del lector hasta el final de la misma.
Nuevamente, Washington Ashwell se hace presente con un artículo de su especialidad, la economía, que se titula: “Los problemas de la hora” donde toca toda la problemática socioeconómica que actualmente soporta nuestra nación, y donde trae interesantes elucubraciones para buscar solucionar esta situación.
“Documento memorable de la ANR” es una carta, respuesta del Gral. Bernardino Caballero a su candidatura presidencial de 1894 por la ANR, en donde se traduce con notable fidelidad, el patriótico pensamiento del Centauro de Ybycui, que con su lectura permitirá conocer cómo hay que servir a la patria y a los compatriotas.
Finalmente, el Ing. Ramón Américo Benítez Ciotti nos ofrece una breve reseña histórica de las emisiones del papel moneda desde la independencia hasta la aparición del guaraní.
Como verán, “Cuadernos Republicanos” ofrece un material calificado, en su edición número 30, y que por su importancia no debe faltar en la biblioteca de quien quiera conocer una parte importante de lo que es el Paraguay político, histórico, y de sus grandes hombres.



Pueden adquirir este libro en la Avda. España 1445 casi Gral. Santos. Teléfono: 214 229, y su costo es de 40.000 Gs.

martes, 22 de febrero de 2011

El Coloradismo alienta la mística nacionalista

El Partido Colorado es un partido de masas. Tiene un ideario claro. Cree en la mística nacionalista que alienta, en las tradiciones cristianas del pueblo, y en el pensamiento político de Bernardino Caballero, están dados todos los elementos para realizar una revolución pacífica que no necesita tomar en préstamos banderas ni ideologías foráneas, porque se arraiga en la existencia y en la historia misma de la patria.

El Partido Colorado no necesita anudar alianzas, ni solicitar la asistencia de nadie, porque es un Partido de campesinos, de obreros, de mujeres, de estudiantes, de empresarios, con lo que aglutina a toda la sociedad paraguaya.

El Partido Colorado vivió a plenitud desde su existencia misma, defendiendo los intereses de la patria y de todos los paraguayos. En su momento padeció la persecución de los sectores más conservadores y todas estas situaciones lo convirtió en una valiosa experiencia, y en el ideal para protagonizar una auténtica revolución paraguaya que llene todas las aspiraciones de un pueblo que sabe, es segura, la pronta concreción de ese anhelo que será, sin lugar a dudas, realidad en el 2013.

Las ideas y los propósitos en política no valen nada con solo enunciarlo. Debemos abrirle paso a la conciencia de toda la ciudadanía y para ello es necesario que dejemos de lado las agresiones verbales, el odio y el rencor, para que en estas elecciones del 13 de marzo próximo, quien fuera el candidato triunfador debe recibir el reconocimiento y el apoyo de sus ocasionales adversarios.

Bernardino Caballero nunca marginó al pueblo, en cuya voluntad tenía profunda fe y su obra de patriota y estadista estaba al servicio de ese pueblo para redimirlo y convertirlo en base firme de su doctrina. Bajo ese pensamiento nació la Asociación Nacional Republicana el 11 de setiembre de 1887.

Es deber de todo auténtico colorado, como un imperativo de la historia, ubicarnos con criterio realista ante los acontecimientos y luchar en pos del cumplimiento de los ideales de grandeza de la patria, con el impulso de la tradición en cuyo pasado está la fuente de inspiración para hacer del futuro una meta de profunda conquista, basado en la autenticidad del hombre y la mujer colorados, que deben ser agentes genuinos del progreso y la felicidad del pueblo paraguayo.

El Partido Colorado es inmensamente mayoritario y por ende, quienes triunfen en las elecciones del 13 de marzo se deberán a su pueblo. No se puede admitir, como lo dice el propio Manifiesto Fundacional “a principios de afección pasajera y personal” es decir, que el personalismo no condice en absoluto con la ideología partidaria y con su esencia democrática.

El Partido Colorado, hoy en la llanura, y antes, la problemática de un gobierno que llegó al poder creando falsas expectativas, mintiendo miserablemente al pueblo paraguayo, será el factor  que permitirá a la ANR retomar el rumbo histórico de sus antecedentes nacionalistas para ponerlo al servicio de la democracia y del progreso del Paraguay.

Esta posición ideológica debe seguir siendo la máxima orientación de todo buen colorado. Unidos todos haremos la realidad de un futuro mejor para la patria y del Glorioso Partido Colorado. Este pensamiento simboliza la prosecución histórica de la patria vieja, unida a la patria nueva, que mantiene en el alma de la raza los valores inmortales de nuestras raíces más puras. 

martes, 15 de febrero de 2011

Inés Enciso digna representante de la mujer colorada

Hoy vamos a rendir un merecido homenaje a la mujer en la persona de la doctora Inés Enciso, quien representó con hidalguía a sus congéneres dejando como ejemplo su brillante trayectoria en el Partido Colorado y para que la generación actual sepa quien fue ella, su lucha para que hoy día las mujeres ocupen el lugar que se ganaron en la política y que gracias al Partido Colorado que fue el promotor y conquistador de la ley de los derechos civiles y políticos de la mujer.

La mujer constantemente fue cifra de preponderancia en la actividad política del Partido Colorado. Las exponentes del género femenino se aglutinaban en la comisión de Damas Coloradas, organismo reconocido oficialmente por la Junta de Gobierno de la época. Su función no se limitaba exclusivamente a la asistencia social, sino que desenvolvían una permanente tarea política, transmitiendo la doctrina y la ideología partidaria entre sus congéneres a quienes, al mismo tiempo, les adiestraban en el conocimiento de un oficio que les abriera las puertas del universo laboral.

Esas damas de aquellos nostálgicos tiempos bregaban por las conquistas de sus derechos. Fueron las que sembraron las primeras semillas para que años después, otras lograran definitivamente la igualdad de derechos civiles y políticos con los varones. Hoy las mujeres son senadoras y diputadas, secretarias de Estado, embajadoras, intendentes municipales, gobernadoras, ministras de la Suprema Corte de Justicia, magistradas judiciales, fiscalas, concejales municipales y departamentales, miembros de los directorios de partidos políticos, etc.

Unas de esas mujeres rutilantes del pasado fue la Dra. Inés Enciso. Una honorable señora descendiente de una familia de renombrada prosapia republicana, que desde su juventud probó a quienes la observaban detenidamente que su condición de mujer no representaba obstáculo alguno para ella.

Ya en su época de estudiante universitaria confirmaba su carisma prodigioso, pues no perdía oportunidad para subir a una tarima y desde allí, con entusiasmo desbordante, arengar a sus compañeras en torno a las bondades patrióticas del coloradismo. Era, sencillamente, una líder, de personalidad cautivante que atraía a sus condiscípulas y a quienes la escuchaban y trataban.

Así la Dra. Inés Enciso fue abriéndose paso en el coloradismo. Los directores del Partido la admiraban, la respaldaban, y no vacilaban en reconocerle el sitio de honor que por merecimientos propios había alcanzado en la Junta de Gobierno. Ella contribuyó resueltamente a despejar de malezas la senda que conduce a la realización plena de la mujer paraguaya en todos los ámbitos del quehacer colectivo.

Las damas coloradas de la actualidad, las que son dirigentes partidarias superiores o de Seccionales, y las que ocupan cargos de relevancia en el Gobierno o en el servicio exterior, deberían rendirle justiciero homenaje  a esta mujer compatriota que  militó en la vanguardia de la lucha por los derechos femeninos.

Que el ejemplo de vida de la Dra. Inés Enciso estimule y afiance el espíritu de la Mujer Colorada de las presentes y futuras generaciones.

sábado, 12 de febrero de 2011

Los agravios y enfrentamientos riñen con la moral política de un buen colorado

A medida que avanza la campaña electoral nos apena escuchar agravios, insultos, entre colorados. Esto no es precisamente lo que la ética y la moral política nos indican en el ideario y el pensamiento del Partido Colorado. Esta práctica riñe con la moral política. Cuando hay discusiones lo que vale es la pureza de las intenciones, la claridad de los principios y no el menoscabo de las personas.

Los grandes problemas nacionales y partidarios no deben depender de la mera influencia personal de nadie. Sin presiones ni violencia, nosotros los colorados, debemos de actuar y luchar para fortalecer la institucionalidad y el poderío de la Asociación Nacional Republicana Partido Colorado.

Somos partidarios de hacer una campaña sin ofensas, sin insultos, porque sus consecuencias dejarán al término de las elecciones un tendal de heridos, de resentidos que sólo perjudicarán al Partido y a la unidad necesaria para que nuestras aspiraciones de retornar al poder en el 2013 no se vean seriamente afectadas y como consecuencia disminuida la posibilidad y el anhelo de volver a ser gobierno. Entonces, que nuestras determinaciones sean producto de la razón, de la verdad, y de la conciliación en esta dura campaña por llegar a la nueva Junta de Gobierno.

Es bueno, que en estos momentos de fuerte campaña electoral, reflexionemos recordando a un gran caudillo de nuestro partido, el Dr. Juan Ramón Cháves, un hombre que vivió y sirvió durante toda su vida al ideal y a la doctrina del Partido Colorado. Sus expresiones y sus mensajes estaban llenas de sabiduría, y vamos a recordar en este artículo lo que decía sobre la unidad partidaria “la unidad partidaria no constituye un mero acto partidario ni una simple alianza de grupos políticos, sino que es una fórmula adoptada, para cumplir con capacidad y eficiencia el rol que incumbe a nuestro partido como órgano irrenunciable de la organización política”.

“Para mantener la unidad partidaria debemos ser leales a nuestros principios, respetar a los organismos partidarios y sobre todo a los correligionarios, no se debe invocar intereses pasajeros ni influencias personales. Habrá unidad partidaria y así lo deseamos, cuando hagamos renunciamiento de intereses individuales. Estas son las armas virtuosas que guiarán al poderoso Partido Colorado a conducir a la nación por el camino de la paz, de la seguridad, del progreso moral y material. Este es el camino que debemos seguir sin agravios contra nadie, eso sí aumentando nuestras prédicas de cimentar nuestra unidad partidaria, y de consolidar nuestras instituciones”.

Es oportuno traer al presente estas expresiones del maestro de la política el Dr. Juan Ramón Cháves, que tienen validez para los momentos electorales que se están viviendo en todo el país, él decía lo siguiente “hemos sostenido a lo largo y ancho de la República que nuestra misión política no es la de manchar el nombre de ningún colorado, de ver a otro colorado como enemigo por el solo hecho de pensar y admitir figurar en otra lista”

Estas expresiones tan actuales del gran maestro de la política, en breves palabras nos dice que es lo que hoy debemos hacer “no debemos cansarnos en predicar la unidad colorada, desunidos no hemos de alcanzar ninguna meta provechosa. Unidos para opinar libremente, unidos para predicar la doctrina partidaria, y unidos para triunfar en las lides políticas y levantar la roja bandera con la estrella blanca en lo más alto del podio de nuestra Gloriosa Asociación Nacional Republicana. Unidos jamás seremos vencidos”.
Debemos poner fin al enfrentamiento entre colorados. El paraguay necesita de un gobierno republicano para volver a la época de progreso, de bienestar, de seguridad y para crear nuevas fuentes de trabajo porque hoy da pena ver a correligionarios sin empleo, sin esperanzas de mejorar su futuro y eso solo podrá solucionarse con un gobierno colorado, en honor a todos estos problemas sociales.

En esta campaña electoral debe primar el respeto y debe pregonarse programas de acción para la nueva junta de gobierno. Así estaremos ofreciendo un futuro mejor al pueblo colorado.-

viernes, 11 de febrero de 2011

La valoración de los hombres históricos

En la actividad cotidiana uno de los valores más importantes es la experiencia. Este elemento vital solo se consigue con el transcurrir de los años y es el fruto de la actividad constante de lo que hacemos.

Recordemos que el ser humano es un ser falible, nadie es perfecto, sólo Dios, y de allí que somos propensos a cometer errores en la vida, y como consecuencia sacamos las conclusiones que nos servirán para corregir esas equivocaciones, y de esa manera iremos mejorando sustancialmente nuestra vida, eso significa que hemos alcanzado la madurez.

En política es más que valioso tener en cuenta esta situación, actividad en que el valor de la experiencia es un capital importantísimo, sin embargo, el egoísmo, la ambición desmedida, en los últimos años, de algunos dirigentes, hicieron que los denominados hombres históricos del Partido Colorado sean dejados de lado con la cantinela irrespetuosa de que son “viejos” y deben ir a cuarteles de invierno, craso error, y a las pruebas me remito. Muchos de los políticos que actuaron con esa mentalidad en el reciente pasado terminaron estrellándose, y con ello llevaron al Partido Colorado, después de 61 años en el poder, a la llanura.

Esos mismos políticos hoy actúan con desesperación, tratando de volver al sitial perdido, utilizando el agravio, la rabia y el rencor, lo que hace que cada día se hundan más como consecuencia de sus desaciertos y de no querer escuchar a los que les pueden dar buenos consejos y orientaciones.

Un conocido refrán dice que “El diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo”, lo que viene a fundamentar nuestras afirmaciones.

El mejor ejemplo de lo que estamos comentando, está en la República Oriental del Uruguay, donde un veterano político “guerrillero” en su juventud, rebelde: José “Pepe” Mujica, con 75 años de edad llegó con el total apoyo de su pueblo a la Presidencia de la República, todos pensaron que iba a seguir actuando como lo que fue, sin embargo, la sabiduría que le dio su vivir demostró la importancia de su experiencia para ser un buen gobernante, un mandatario sencillo, justo, con una autocrítica que resulta altamente positiva para poner a su país en una franca carrera hacia el progreso y el bienestar de su pueblo.

En el Partido Colorado tenemos muchos ejemplos de grandes hombres, que se preocuparon más de su partido que de sus apetencias personales. Uno de ellos fue el Dr. Juan Manuel Frutos Escurra, ilustre y paradigmático cruzado de nuestro ideal republicano, que dedicó todas sus energías hasta el final de sus días al coloradismo.

Vivió intensamente toda la llanura con sus vicisitudes, persecuciones y exilio, sin que jamás una palabra de amargura o de odio saliera de sus labios o de su conducta ciudadana.

Era un hombre respetado por su trayectoria, por su experiencia de vida, y todos los políticos con deseo de hacer carrera en el coloradismo se le acercaban con el fin de pedirle consejos.

¡Que diferencia de los políticos de hoy! que al hombre que ya peina canas lo consideran un “viejo” que debe quedarse en su casa para no molestar. Más bien creo que temen que le hagan sombra y al mismo tiempo que estos “viejos” desnuden su escasa vocación de servicio, porque la política es eso; servir al prójimo, tratarlo bien, y no usarlo para obtener votos y después ignorarlo hasta unas siguientes elecciones.

El Partido Colorado tiene una pléyade de hombres históricos, que todavía están en condiciones físicas de ser útiles para ayudar a fortalecer al Partido, ya sea en el campo de la política, de la cultura, de la economía, y más que nada para la formación cívica y doctrinaria de la juventud, que es la sabia renovadora del coloradismo.

Creo que esta experiencia de tantos “viejos” no debe ni puede ser desaprovechada. Los hombres históricos no piden nada, sin embargo, ofrecen mucho para consolidar al coloradismo al servicio de la patria.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Lista de Candidatos tradicionalistas para miembros de la Junta de Gobierno Período 1987-1990

Documento original del listado de Candidatos tradicionalistas para miembros de la Junta de Gobierno Período 1987-1990 recibido y firmado por el Dr. Roberto González Rioboo, Secretario General de la Junta de Gobierno, en fecha 31 de julio de 1987.

Al día siguiente sábado 1º de agosto del mismo año, la Convención del Partido Colorado fue atracada por los militantes, no permitiéndose con las fuerzas policiales el ingreso de los convencionales tradicionalistas quienes en su mayoría fueron golpeados y maltratados por la policía y expulsados de las escalinatas del Partido Colorado.

La policía solamente admitía al convencional que portara una tarjeta de acceso de color blanco firmado por el entonces Ministro Sabino Augusto Montanaro, anulándose de esa manera las tarjetas de color rosado firmadas por el Presidente del Partido Colorado en ejercicio Dr. Juan Ramón Chaves.

En la noche anterior a la convención recibí la visita de un oficial de policía, compañero de estudios en la facultad, quien me informó a escondidas de sus superiores el cambio que se produjo en las tarjetas de acceso, y me entregó una tarjeta firmada por el Ministro del Interior Dr. Montanaro, que me permitió el acceso a la Convención.

Cuando yo exhibí dicha tarjeta al finado comisario Screiber, este se mostró sorprendido y me dijo que aguardara un rato, que consultaría con sus superiores, mientras tanto aproveché la ocasión para ingresar al local partidario, donde me encontré con el Ing. Nelson Chaves, quien me preguntó como había ingresado, a lo que contesté: "ahora lo más importante es rescatar a tu padre" que estaba sentado en el escenario, recibiendo los improperios de todos los militantes que coparon el local.

Inmediatamente el Ing. Chaves y yo nos dirigimos hasta el escenario en medio de insultos de todo calibre de los presentes, y acercándome al Dr. Juan Ramón Chaves le dije: "Dr. es mejor que se retire por que no hay garantía para usted y como Presidente del Partido usted tiene la potestad de suspender esta convención por falta de garantía" y así lo hizo el Dr. Chaves y nos acompañó a su hijo y a mí hasta su despacho en el segundo piso del edificio. Allí, al instante se redactó la resolución por la cual se suspendía oficial y legalmente la Convención partidaria por falta de garantías de parte de las autoridades policiales, que respondían únicamente a las órdenes del Ministro del Interior Dr.  Sabino Augusto Montanaro que al mismo tiempo era candidato a presidir la ANR por la militancia.

La resolución de suspensión de la convención fue entregada en propias manos al Dr. Montanaro por el joven Carlos Duarte Torres. Dicho documento no fue tenido en cuenta por los atracadores y prosiguieron con la Convención donde designaron a las nuevas autoridades de manera absolutamente ilegal.

Nombre de Chaves no es negociable en convergencia

Diario La Tarde, 28 de julio de 1987

martes, 8 de febrero de 2011

Rechazo a militantes

Diario La Tarde, 14 de julio de 1987

Publicaciones de los periódicos sobre la lucha entre tradicionalistas y militantes

Compartiré con ustedes los acontecimientos políticos en el Partido Colorado en los años 80, que finalmente desembocaron en la caída del Presidente Stroessner. En mayo de 1987 se iniciaron los preparativos para la elección de nuevas autoridades para la Junta de Gobierno de la ANR, surgieron para esta Convención el movimiento tradicionalista cuyo líder era el Dr.Juan Ramón Chavez y como lo dice el nombre del movimiento defendía la autenticidad de la tradición colorada. El otro movimiento conocido como militante, y cuyo líder era el Ministro del Interior Sabino Augusto Montanaro a quienes acompañaba el secretario privado del Presidente Stroessner, Mario Abdo Benítez, el ministro de Salud Pública Adán Godoy Giménez y el ministro de Justicia y Trabajo J. Eugenio Jaquet, grupo más conocido como "El cuatrinomio de Oro", cuyo objetivo era apoderarse del poder partidario y con ello afirmarse dentro de un gobierno que para entonces ya estaba muy desgastado.

Fue una ardua y larga lucha buscando implantar definitivamente en nuestro país una democracia diferente, que lamentablemente hasta hoy día sigue sin afianzarse y sin un rumbo que permita al pueblo paraguayo salir adelante en su economía, en la salud pública, en la producción, y en la falta de oportunidades de trabajo.

En esta serie de publicaciones nos remontaremos con absoluta veracidad sobre los acontecimientos y hechos que marcaron toda una época.

DIARIO LA TARDE, 26 DE MAYO DE 1987



lunes, 7 de febrero de 2011

Bicentenario de la Independencia del Paraguay 1811-2011

Este año, se cumple el Bicentenario de la Independencia de nuestra patria y es muy importante recordar esta fecha por el significado que tiene para todo el pueblo paraguayo. Somos libres y soberanos desde hace 200 años. Y es de justicia rememorar este acontecimiento histórico dándole la importancia necesaria para que aprendamos a valorar lo que significa la palabra libertad y patria.

El Paraguay, desde los albores de la Colonia, luchó por su libertad para independizarse del yugo español, y ya un siglo antes de la Revolución de los comuneros, se produjo el gran levantamiento indígena con su bandera de redención nacional y popular, siendo su líder el inmortal cacique Ñesu. Esta revolución fue ahogada en sangre por la reacción; y la historia apenas la recuerda, no obstante ha sido una epopeya solo igualada por la de Tupac Amarú en el Perú.

Posteriormente, José de Antequera y Castro, un panameño enamorado de la tierra guaraní y de la libertad de los pueblos lideró el primer intento americano de independencia patria, y donde ya los patriotas dieron al Paraguay el nombre de “República”, lamentablemente el poderío militar español abortó este primer grito de independencia.

Es interesante señalar que Antequera y Castro tuvo un excelente compañero de lucha, Fernando de Mompox, que acuñó una célebre frase donde señalaba “que la voluntad del común es superior a la del propio Rey” así, queda latente en el pueblo el deseo libertario que le dará la oportunidad para gobernar los destinos de un Paraguay independiente.

Estos son los antecedentes de las ansias de libertad del pueblo paraguayo que seguía soñando con su independencia y esperando la oportunidad para concretarlo en bella realidad. La misma llegó a principios de 1911 cuando el gobierno porteño pretendía anexar al Paraguay como una provincia más y al ser rechazada esta propuesta, los porteños resolvieron invadir el Paraguay para lograr su objetivo imperialista enviando al General Manuel Belgrano al frente de más de 1000 soldados armados.

Ante esta circunstancia el gobernador español Bernardo de Velasco y Huidobro preparó un ejército armado con unos pocos fusiles y revólveres, y el resto de las tropas solo contaba como arma machetes, palos, cuchillos y piedras y comandado por el propio Velasco acompañado por los capitanes Gamarra y Cabañas para enfrentar a los invasores. Ello ocurrió en Paraguari en el lugar denominado “Cerro Mba’e”, hoy conocido como “Cerro Porteño” donde en el primer enfrentamiento Belgrano causó estragos entre las tropas paraguayas, lo que originó que el gobernador Velasco huyera cobardemente abandonando a sus hombres.

Cabañas y Gamarra ante esa situación se hicieron cargo de reunir nuevamente a sus soldados, y el 19 de enero infligieron una gran derrota al general Belgrano y sus tropas, que tuvieron que retroceder el camino andado buscando las costas del Río Paraná, y cuando llegaron al lugar que hoy conocemos como Coronel Bogado, a orillas del Río Tacuary los alcanzó intimándole rendición y ante la valentía de los paraguayos, Belgrano no tuvo otra alternativa que levantar bandera blanca rindiéndose incondicionalmente, antes de ser masacrado por su atrevida misión de anexar el Paraguay a la Argentina.

Esta gran victoria guerrera fue el estímulo que llevó a los patriotas a planificar la independencia definitiva del Paraguay. La demostración de coraje fue el elemento que hacía falta para desprenderse de la opresión española.

Cuando se aproximaba la fecha que se había fijado para intimar rendición al gobernador Velasco, se filtró la información, y ante el temor de una reacción militar de los españoles, los jefes de la revolución libertadora decidieron adelantar el golpe, y el 14 de mayo de 1811 en horas de la noche, exigieron rendición a Velasco, caso contrario la casa del gobernador sería cañoneada y arrasada por las armas de los próceres, Caballero, Iturbe y Fulgencio Yegros, éste último que estaba camino a Asunción con sus tropas desde el sur del país, todos ellos acompañados por Molas, Francia, Fernando de la Mora, y otros, quienes expusieron su propia vida en aras de una nueva patria, lograron la tan ansiada independencia del Paraguay.

 Como consecuencia de esta situación el Gobernador Velasco accedió a participar de un gobierno acompañado del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia y el Capitán Juan Valeriano Zevallos, pero la presencia de Velasco en el gobierno provisorio fue efímera, pues se descubrió que los españoles de acuerdo con los portugueses estaban proyectando un ataque para recuperar el poder.

Oportunamente llegó a la Capital el Comandante Fulgencio Yegros quien con el Capitán Pedro Juan Caballero y los oficiales superiores del ejército adoptaron medidas enérgicas comenzando por la separación de Velasco del gobierno provisorio, enviándolo a prisión con los miembros del Cabildo, este hecho aconteció el 9 de junio de 1811.

De esta manera se consolidaba definitivamente la independencia del Paraguay y que fue dado a conocer en un extenso comunicado al pueblo de la nación, y que fuera firmado por los próceres: Pedro Juan Caballero. Fulgencio Yegros, Antonio Tomás Yegros, Mauricio José Troche, Vicente Iturbe, Juan Manuel Bautista Rivarola, Manuel Iturbe, Francisco Antonio González, José Joaquín León, Agustín Yegros, Pedro Alcántara Estigarribia.

El 17 de junio de 1811 se reunió el Congreso donde se creó una Junta de Gobierno integrada por Fulgencio Yegros como Presidente, y como vocales Dr. José Gaspar de Francia, Capitán Pedro Juan Caballero, Presbítero Francisco Xavier Bogarín y Fernando de la Mora. Así quedó constituido el primer gobierno de la República del Paraguay, ¡finalmente era una nación libre, independiente y soberana!


Telémaco Silvera

Oriundo de Caazapá, de prosapia auténticamente republicana, don Telémaco Silvera fue otro de los notables caudillos con que contó el coloradismo en la llanura. Enérgico y aventajado orador, siempre supo predicar la doctrina de su partida con altura y dignidad. Su extracción campesina, su gran sentido humanista y su sencillez le sirvieron para ganarse la simpatía y el aprecio de sus correligionarios y conciudadanos.

Don Telémaco Silvera estudió primeramente en su ciudad natal Caazapá, y luego se trasladó hasta Asunción donde ingresó al Colegio Nacional. De allí, egresado como uno de los mejores alumnos estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional donde se graduó de doctor en Derecho. Como profesional del foro se destacó en defensa de los campesinos y gente de clase humilde, y su postura varonil y sobria lo hizo merecedor del respeto y la admiración de propios y extraños.

Como militante de la Asociación Nacional Republicana, realizó una amplia prédica de los principios ideológicos y doctrinarios del Partido, escribiendo en “Patria” artículos que desembocaron en verdaderas polémicas, principalmente cuando enfocaba los temas de actuación de los gobernantes liberales.

Su pluma ágil y contundente lo obligaron a abandonar el país en numerosas circunstancias por presión del liberalismo. Volvió luego a la patria después del destierro y prosiguió su campaña de atacar de frene las injusticias legionarias, lo que le costó la cárcel.

Fue miembro del directorio del Partido en 1923 ocupando el cargo de Secretario, posteriormente fue electo Vice-Presidente del mismo directorio del Partido y ocupó una banca en el Congreso como Diputado, por tres periodos consecutivos, donde nuevamente demostró su gran inteligencia y capacidad.

También desarrolló actividades como miembro del Consejo Superior de Educación. Fue un orador elocuente, supo hacer de su verba un poderoso instrumento para la prédica de la doctrina y los principios ideológicos del coloradismo. Como caudillo del coloradismo en la llanura paseó su recia estampa por los caminos de la patria, llevando siempre el mensaje alentador del Partido a todos los rincones de nuestra geografía acrecentando en el pueblo la fe en la doctrina del Partido de Bernardino Caballero y la esperanza de un triunfo político de la nucleación frente al legionarismo sobre las bases del nacionalismo y el bien común.

Don Telémaco Silvera falleció en Asunción en el año 1931.

domingo, 6 de febrero de 2011

Grandes prohombres del Coloradismo: Antonio Sosa

Con esta biografía damos inicio a la publicación de una serie de historias de grandes hombres del Partido Colorado y de la cultura paraguaya.
 
Antonio Sosa pertenece a aquella generación de antiguos caudillos republicanos de la época de Caballero, que brilló con luces propias por su talento. La seccional colorada Nº 21 de Asunción lleva su nombre.

Nació en Asunción cuando la guerra grande había concluido en 1870. Jurisconsulto, periodista y parlamentario. Se graduó de bachiller y luego de doctor en derecho y ciencias sociales en la Universidad Nacional y luego fue designado Juez de Primera Instancia en lo Criminal. Ocupó también el cargo de juez en lo civil. En el año 1898 ocupó una banca en el Parlamento Nacional, donde ejerció las funciones de Vice Presidente de la Honorable Cámara de Diputados.

En el año 1903 fue designado Ministro de Hacienda del Gobierno de Juan Antonio Escurra. “En el parlamento su banca era respetada –decían de él- su elocuencia ardorosa, a ratos agresiva, resonaba en el recinto como un cañonazo y su pluma era polemista, nerviosa y ágil, se clavaba en el adversario con una felina elegancia”

Fue miembro de la Legación Paraguaya en Montevideo y Buenos Aires, Miembro de la Alta Comisión Internacional de Legislación Uniforme, Miembro del Consejo Superior de Educación, Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional.

Antonio Sosa fue el adalid del coloradismo en la época final de 1800 y principios de 1900, defendiendo la línea colorada del General Caballero frente al “Rojiverdismo” que propiciaban los seguidores del Presidente Egusquiza, defendiendo esa postura a través de la oratoria y del periodismo. En 1902 encabezó el movimiento que llevó de nuevo al poder a la línea tradicional del Partido Nacional Republicano. 

En el Parlamento Nacional sufrió un criminal atentado, donde le dispararon varios tiros de revólver, en cuya ocasión falleció uno de sus mejores amigos, el Dr. Facundo Dolores Ynsfrán, médico y fervoroso correligionario. No obstante logró su objetivo y lideró el movimiento que llevó a la Presidencia de la República a Juan A. Escurra.

En su vida periodista editó varios medios de información y con su pluma ágil y contundente trazó líneas en La Opinión, La Tribuna, El País, La Libertad, y El Tiempo. Publicó además un trabajo titulado “Vida Pública” en el año 1905 y “Estado de Sitio” y “Moneda Pública” en 1907. “Como catedrático –dijeron de él- Antonio Sosa ha dejado el recuerdo sereno de su palabra y sus ricas ideas. Enseñó la ciencia financiera revelando ilustración amplia y profunda”

Falleció en Asunción a la edad de de 76 años en 1946.

El Partido Colorado se apresta a demostrar su poderío

El partido Colorado está actualmente en una intensa campaña proselitista para elegir nuevas autoridades en la Junta de Gobierno, en las seccionales de la república, y la renovación total de convencionales por un nuevo período. Para esta campaña electoral se ha batido todo un record de candidatos, con lo que quedó demostrado que la ANR no estaba tan alicaído como los opositores y la prensa dieron a entender.

Más de 1.800.000 colorados están legalmente habilitados para cumplir con su deber cívico el próximo 13 de marzo. Toda una demostración de poderío que empieza a hacer temblar al oficialismo, que entre ellos mismos siguen peleándose por cargos y prebendas, mientras que la ANR está demostrando a propios y extraños la consigna de que en el 2013 volverá al poder.

Muchos se preguntarán como el Partido Colorado pudo volver a fortalecerse tan rápidamente, después del caos que se apoderó de su institucionalidad, y la desorientación de miles de correligionarios como consecuencia, de la hasta si se quiere, inesperada derrota del 20 de abril de 2008. La respuesta es fácil, una digna representante del coloradismo tuvo el suficiente coraje y la gran valentía de tomar las riendas de esta gran asociación política, y enarbolando la bandera de la unidad fue conquistando poco a poco la confianza de los correligionarios, hasta entonces desorientados políticamente.

Así, con un trabajo silencioso, eficiente, y bien planificado, Lilian Samaniego logró lo que muchos no creyeron que fuera posible. Más bien pensaban que el Partido Colorado estaba en un tobogán rumbo a su desaparición, ¡cuan equivocados estaban! Porque hoy día la ANR está en la cima, lista para plantar su enseña roja con su rutilante estrella blanca, ondeando al viento, y señalando el rumbo por el que hay que continuar, para volver a conducir los destinos de nuestra patria, y convertirla en una nación progresista y poderosa, que permita a todos sus habitantes superar las necesidades con trabajo y bienestar para toda la familia paraguaya.  

Que estas elecciones del 13 de marzo sean un ejemplo de civilidad, de auténtico republicanismo, y que al término de estas elecciones no existan vencedores ni vencidos, para que así unidos y abrazados como hermanos, tengamos el placer de decir nuevamente “que un colorado es el mejor amigo de otro colorado”.

La mujer colorada: factor importante y decisivo en el futuro de la ANR

Estamos en el siglo XXI, el mundo ha evolucionado de una manera extraordinaria, la tecnología ha avanzado tanto que hoy resulta un viaje de placer tomar una nave espacial e ir a pasearse por el satélite natural de la tierra, la luna. Sin embargo, lamentablemente el machismo sigue imperando en el mundo de la política.

El mejor ejemplo lo tenemos dentro de nuestro propio Partido Colorado por que no queremos reconocer la capacidad intelectual y de trabajo de la mujer colorada. Para ello es necesario hacer un análisis retrospectivo de que nuestra gloriosa nucleación política en la primera década del siglo pasado, a través de dos grandes representantes de la intelectualidad de entonces y que hasta hoy siguen siendo un digno espejo donde deberíamos mirarnos todos para seguir su ejemplo, me refiero a Ignacio A. Pane, férreo defensor de los intereses de los obreros y de la mujer paraguaya y quien conjuntamente con otro gran paladín de la cultura Virgilio Silveira, presentaron en el Congreso de la Nación el primer proyecto de ley que concedía a la mujer plenamente todos sus derechos cívicos y de igualdad con la de los hombres.

Lamentablemente el machismo liberal se opuso tenazmente a concederle a la mujer el lugar que le correspondía en la vida política nacional, pero como colorados otros correligionarios expectables de la época siguieron reclamando la habilitación de esa ley que era justa y necesaria para reivindicar y hacer justicia a la mujer paraguaya.

Muchos años pasaron, y en la década de los 60 se volvió a insistir sobre este tema en el Parlamento siempre llevado de la mano de los representantes del republicanismo, hasta que por fin, se hizo justicia y la mujer logró ponerse a la altura de los hombres políticos con los derechos cívicos que había adquirido con esa anhelada ley, fruto de la perseverancia y del socialismo colorado, que deja en claro que todos somos iguales e idóneos para levantar a nuestra querida patria al tope del principio del respeto hacia el ser humano.

Queremos recordar a nuestros correligionarios la gran desazón producida por la caída del Partido Colorado del poder en el 2008, la ANR quedó desorientada, totalmente desubicada en el ambiente político y los correligionarios no encontraron respuesta al futuro del coloradismo.

Tras la renuncia de José Alberto Alderete a la presidencia del Partido, motivado por la caída del coloradismo del poder, las cosas empeoraron, nadie tuvo el coraje de hacerse cargo de la difícil situación por la que pasaba la ANR, y aquí viene la pregunta ¿quién puede salvar al partido de este colapso político? Silencio total a este cuestionamiento. La situación se agravó aún más, la casa de los colorados vacía, con empleados desmoralizados y que pasaron tres meses sin cobrar su sueldo hasta el punto de llamar a una huelga. Situación que ahondó más el temor de quienes deberían remangarse y  buscar una solución al grave problema.

La nave partidaria estaba a la deriva, sin embargo, una mujer, valiente, y de profundas raíces coloradas, tuvo el coraje de aceptar este tremendo desafío de sacar a flote a una nave que se estaba hundiendo rápidamente. La senadora Lilian Samaniego dijo “yo acepto el desafío” y puso manos a la obra dejando de lado rencores, disgustos que es lo que primaba en aquel momento e impuso una política de conciliación, de llamado a la unidad, y a pesar de la incredulidad y de la falta de fe al tratarse de una mujer por parte de los correligionarios, muy pronto empezaron a ver con sorpresa que el Glorioso Partido Colorado volvía a ponerse de pie de la digna mano de una gran mujer, se volvió a institucionalizar la ANR, administrativamente resurgió y hoy el resultado está a la vista, de propios y extraños por que estamos recorriendo nuevamente el sendero del éxito, con los grandes triunfos electorales que han hecho temblar a quienes hoy tienen el poder de la nación.

Entonces, es hora de reconocer que la mujer colorada es uno de los más apreciados valores con que cuenta la ANR, hoy día la mujer a la par del hombre se desempeña en altos cargos, ministras, senadoras, diputadas, embajadoras, lo que refleja fielmente que se le ha reconocido su gran capacidad tanto profesional como política.

Por tanto, el pueblo republicano, las autoridades políticas del Partido deben reconocer estos méritos y concederle el lugar que le corresponde dentro del manejo partidario a la mujer colorada. El estatuto partidario dice claramente que un 33% del poder político debe ser compartido con ellas y así se hará justicia y engrandeceremos aún más y potenciaremos al máximo al Partido Colorado para que en el 2013 volvamos al poder para alegría y felicidad del pueblo paraguayo.

http://www.anr.org.py/internacolumnista.php?id=8

El Partido Colorado constructor del nuevo Paraguay

El Partido Colorado puede decir con orgullo, que en sus 61 años de gobierno, construyó un nuevo país, del cual todos los habitantes están disfrutando, quizás esto suene soberbio, pero para demostrar que no es así, vamos a hacer una breve síntesis de cómo estaba la nación antes de que el Partido Colorado asuma el poder.

El Partido Colorado accede al poder el 13 de enero de 1947, encontrando al Estado Paraguayo carente de todo recurso, sin medios económicos para tan siquiera construir caminos que permita al campesino desplazarse con sus productos hacia los mercados de la capital. En ese entonces la provisión de energía eléctrica era de la Compañía Americana de Luz y Tracción (CALT), el servicio de transporte dentro de la capital era el tranviario, que también pertenecía a la misma empresa, el ferrocarril que unía Asunción con Encarnación era inglesa, el puerto llamado Puerto Nuevo también pertenecía a los ingleses desde 1913.

El telégrafo y la telefonía, estaba a cargo de empresas alemanas, las grandes yerbateras eran explotadas por la “Industrial Paraguaya” y “Mate Laranjeira”, todos de propietarios extranjeros; la producción ganadera era explotada por la empresa inglesa “Liebig’s International Product Corporation”.

Esto no lo digo yo, sino el Dr. Eusebio Ayala lo afirmó en su libro “Patria y Libertad” en la pág. 274. Agregando inclusive de que no había un centavo de ahorros paraguayos para construir caminos y escuelas.
El sueño de la libre navegación por los ríos Paraguay y Paraná, era solo eso, una quimera, que ya turbaba siglos atrás los sueños de José Gaspar Rodríguez de Francia, de los López y los dueños de la navegación eran las empresas argentina Dodero y Mianovich. Recién con el partido Colorado en el poder, se firmó el tratado de libre navegación de esos ríos.

¿Cuántos kilómetros de camino se había construido en el Paraguay antes del coloradismo? Sólo existía la ruta de Asunción a Barrero Grande, hoy Eusebio Ayala, pero aclaremos, la misma fue construida bajo el gobierno del General Higinio Morínigo, con los créditos que los EE.UU. le había concedido al Mariscal Estigarribia, con motivo de la firma del Tratado de la Paz del Chaco.

Cuando el partido Colorado llega al poder se encuentra con un país prácticamente inexistente, un Paraguay vaciado, en materia agrícola no teníamos producción de trigo, entonces debía comprarse de la Argentina, no teníamos facultad de Agronomía y Veterinaria, así mismo, en materia de salud, la población estaba arrollada por todo tipo de enfermedades, y el Dr. Eusebio Ayala dice en su libro citado anteriormente en su pág. 204: “que los médicos han constatado en los últimos tiempos un 70 % de niños y personas mayores con bocio” que tan solamente yodificando el agua se solucionaba este problema. No se hizo. Con el partido colorado en el poder todos estos problemas de salud pública rápidamente desaparecieron. Y también es expresión del Dr. Eusebio Ayala que en aquella época “ni siquiera fuimos capaces de instalar el agua corriente y el sistema de cloacas”

El Paraguay entonces se manejaba en la justicia con un anteproyecto de código civil, del Dr. Dalmacio Vélez Sarfield, jurista argentino que había preparado ese proyecto para la provincia de Buenos Aires.
Otro testimonio importante es la del Dr. Gualberto Cardú Huerta, titulado “Contra la Anarquía” donde el autor se explaya ampliamente sobre la desorganización que reinaba en el Paraguay, desarticulando la República, con la Revolución de 1908 a 1912, la de 1922 a 1923, luchas fratricidas entre los propios hombres que estaban entonces en el poder.

Eusebio Ayala, Eligio Ayala, y el Maestro de Derecho Teodosio González, se lamentaban públicamente que el crédito obtenido del portugués Rodríguez consistente en millones de libras esterlinas, que en lugar de ser utilizados para el progreso del país, fueron usados para solventar revoluciones en sus luchas ambiciosas por el poder, este préstamo tenía que ser pagado por el pueblo, que nada tenía que ver en sus rencillas. Es bueno destacar que el Paraguay era buen cumplidor de sus obligaciones, y fue un gobierno colorado el que pagó ese mal utilizado empréstito.

En síntesis, el Partido Colorado llegó al Poder sin contar con las herramientas necesarias para levantar con rapidez al país que estaba en quiebra. Sin embargo, poco a poco, una vez superada la etapa post revolución del 47 comenzó a pasos agigantados la reconstrucción del Paraguay. Las distintas poblaciones del país, comenzaron a unirse, por hermosas rutas asfaltadas como la apertura al Este, donde en la frontera con el Brasil se fundó la ciudad conocida hoy como Ciudad del Este, donde a través de un puente denominado de la Amistad el Paraguay abría una nueva salida de sus productos en la zona Atlántica del Brasil. Con esa ruta, la infranqueable selva del Alto Paraná había sido vencida por el hombre y el Partido Colorado.

Desde Coronel Oviedo hacia el Norte, la ruta que une con San Pedro, Pedro Juan Caballero, Concepción, hoy día permiten el tráfico sin preocupaciones por mal tiempo y lluvia. Del mismo modo, hacia el Sur desde Cnel. Oviedo, la culta Villa Rica también recibió el bienestar del progreso con rutas de todo tiempo. Desde Asunción otra ruta asfaltada lo une cruzando los departamentos de Paraguari, Misiones e Itapúa con la ciudad de Encarnación y allí, a través de un monumental puente sobre el Paraná, que lleva el nombre de “San Roque González de Santacruz” nos une con la hermana República Argentina.

Pero todo no termina aquí, el Chaco Paraguayo no quedó en el olvido, porque también recibió el beneficio del progreso, con la construcción de un puente sobre el río Paraguay que lo une con la región Oriental, y a partir de pisar tierra chaqueña, se inicia una ruta asfaltada que llega hasta Mariscal Estigarribia, continuando con un camino enripiado que nos une con la ruta Panamericana. Esto permitió el florecimiento de hermosas ciudades como Villa Hayes, Pozo Colorado, Filadelfia y muchas otras.

No podemos dejar de mencionar la construcción en condominio con el Brasil de la mayor represa del mundo “Itaipu” y con la argentina “Yacyreta” y con financiación del Estado la represa de “Acaray”.
Como también, la construcción de la ciudad universitaria, los aeropuertos Internacionales: “Silvio Pettirossi” y “Guaraní” en Ciudad del Este. El Hospital Nacional de Itaugua, del que decían que era un elefante blanco, y que hoy es refugio y amparo de miles de paraguayos, donde reciben una completa cobertura en materia de salud pública.

No podemos olvidar la creación de la flota mercante del Estado, que, como en la época de los López, sus buques navegaban orgullosos por los mares llevando los productos paraguayos a todos los países del mundo con la tricolor bandera flameando en lo alto de su mástil. También los aviones de la línea aérea paraguaya volaban por las rutas del mundo, llevando la presencia del Paraguay en esos lejanos lugares.