miércoles, 22 de agosto de 2012

A 65 años del fin de la cruenta Revolución de 1947


Hoy, 21 de agosto de 2012, se cumplen 65 años del fin de la Revolución fratricida de 1947, insurrección iniciada el 7 de marzo del mismo año cuando una turba integrada por liberales, febreristas y comunistas, atropellaron el Cuartel Central de Policía a plena luz del día, a las 10 de la mañana, cuando la gente se hallaba realizando los trámites correspondientes para obtener documentos de identidad, fueron sorprendidos por estos vándalos, que entraron disparando a mansalva con fusiles y ametralladoras, y vociferando: ¡Viva el Cnel. Franco! sin importarles si eran inocentes o no los que allí estaban, se llegaron hasta el despacho del Jefe de la Policía el entonces Mayor Rogelio Benítez, a quien hirieron gravemente en el brazo izquierdo, que le fuera amputado posteriormente para salvar su vida, quien así resultó ser la primera víctima oficial del levantamiento contra el gobierno de entonces, que desembocaría luego en la revolución.

Leales gubernistas del 47. Fuerzas defensoras del gobierno del Gral. Higinio Morínigo, en Itá. (Foto: Abc Color)

El levantamiento orquestado por la coalición libero-franco-comunista, brotó en Concepción y se extendió hasta la Capital, los revoltosos, no sospecharon ni remotamente, que para desgracia de ellos, el pueblo humilde y campesino, los gloriosos “pynandi”abandonarían su chacra, su fundo y su arado, y presurosos correrían a empuñar las armas en defensa de la legalidad amenazada.

Inmediatamente, las fuerzas leales del gobierno, entre quienes estaban en primera fila los “pynandi” partieron rápidamente hacia el norte para sofocar la rebelión en el mismo lugar donde se había iniciado, pero cuando ya prácticamente estaban llegando a su destino, se encontraron con la sorpresa de que los rebeldes se habían lanzado en embarcaciones por el río Paraguay hacia Asunción, que presumían estaba desprotegida, lo que obligó al ejército “Pynandi” a realizar una contramarcha para llegar hasta la Capital, antes que los revolucionarios.

Esa contramarcha, fue un heroico sacrificio, porque lo tuvieron que hacer a pie, pues solamente los jefes disponían de caballos para desplazarse, es más, tuvieron violentas refriegas con los rebeldes en distintos lugares como en Puerto Yvapovo, Piri Pucu y otros sectores del departamento de San Pedro, mientras el ejército “Pynandi” vivía su angustiosa marcha hacia Asunción, la marinería se levantó contra el gobierno en plena capital, y los combates sangrientos se producían en pleno centro de la ciudad.

Mientras tanto, los rebeldes que se habían desprendido de Concepción, llegaron hasta la zona de Zavala-Cue, hoy Fernando de la Mora, pero el bravo “pynandi”, caminando día y noche, había conseguido llegar antes, entrando a la ciudad por la zona de “Cambio Grande” hoy conocido como Avda. Artigas, y utilizaron la estrategia envolvente para sorprender a los rebeldes que ya habían llegado a la entrada del barrio Pinozá, hoy conocido como Bernardino Caballero, donde se enfrentaron con las tropas gubernamentales, quienes les hicieron retroceder hasta llevarlo hacia 4 Mojones, que hasta hoy conserva ese nombre, y allí se inició el final de la revolución, pues los rebeldes retrocedieron ante la superioridad de las fuerzas leales que los empujó hasta el Puerto de Villeta, donde el desbande de los revolucionarios fue total, quienes se vieron obligados a cruzar desesperadamente el Río Paraguay hacia territorio Argentino, llegando a su fin la cruenta revuelta el 17 de agosto de 1947.

Así culminó esta trágica etapa de la historia paraguaya que vistió de gloria al “Pynandi” colorado, que quedará por siempre como la gesta más heroica de esos valientes correligionarios que no dudaron un segundo  para defender al gran Partido Colorado.

Cabe resaltar que durante la Presidencia del Dr. Bader Rachid Lichi en la Junta de Gobierno, fue establecido por resolución, que el 21 de agosto sea el día del “Pynandi miliciano colorado”, quien defendió valientemente con su propia vida la legalidad y la institucionalidad de la patria.

Hoy, les rendimos un justo y emotivo homenaje, y que su ejemplo sea el símbolo de la dignidad que debemos tener todos los colorados, para defenderlo en cualquier circunstancia, a este Partido que es y será por siempre el máximo constructor del Paraguay. ¡SALUD AL GLORIOSO “PYNANDI”!

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